Tratamiento de residuos en cada fase de desamiantado: ¿cómo se realiza? – Torres & Ocaña

Tratamiento de residuos en cada fase de desamiantado: ¿cómo se realiza?

retirada de amianto en Sevilla

Tratamiento de residuos en cada fase de desamiantado: ¿cómo se realiza?

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En la retirada de amianto en Sevilla y otras localidades de Andalucía  intervienen diferentes fases: desde el envasado y el etiquetado, pasando por la recogida, almacenamiento, traslado y tratamiento final, momento en el que el material se entrega a un vertedero autorizado. Pero ¿cómo se realizan estas actividades críticas? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

Fases en el trabajo de retirada de amianto por empresas autorizadas

¿Qué criterios y requisitos se deben cumplir a la hora de ejecutar cada fase del proceso de desamiantado? 

Búsqueda de la empresa de gestión de residuos autorizada

El poseedor inicial – o productor – de los residuos con amianto debe asegurar el tratamiento adecuado de los mismos. Para ello, hay que encargar el trabajo a una empresa de gestión de residuos acreditada. Es decir, que debe estar inscrita en la RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto) y operar conforme a la Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados (esta ley actualmente está derogada y se sustituye por Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular).

Envasado: ¿cómo tratar los residuos una vez se realiza el desamiantado?

En la siguiente fase – envasado –  las empresas RERA contratadas para la retirada de amianto deben cumplir una serie de requisitos a la hora de manipular y embalar tanto los residuos como los materiales utilizados en las tareas de desamiantado (mascarillas, monos, filtros, etc.). 

Uno de los requisitos de trabajo más importantes es que los recipientes que contengan restos de amianto sean herméticos. De esta forma se evita la pérdida de fibras y contenido tóxico. 

Además, el contenido y material contaminado ha de conservarse envuelto con dos capas de polietileno, debidamente etiquetado y en lugar visible, separando los paquetes de otros residuos que no contengan amianto. 

Almacenaje temporal de los residuos

Una vez los materiales con amianto estén debidamente embalados y etiquetados, si fuera necesario, el almacenaje en obra, está permitido hasta un máximo de 6 meses. No se permite el almacenaje del material con amianto en lugares no habilitados (naves, cocheras, parcelas…) hasta que se lleve al gestor final.

Este plazo es ampliable previa autorización del órgano competente de la Comunidad Autónoma, según la normativa y prescripciones contractuales. 

En esta fase se emplearán equipos de protección reglamentarios. Además, no se pueden mezclar residuos con otras sustancias, y los envases con residuos peligrosos han de colocarse de forma que no obstaculicen el paso de los trabajadores. 

La zona de acopio del material almacenado temporalmente (hasta 6 meses) debe estar debidamente delimitada y señalizada para evitar que terceras personas accedan y manipulen el almacenaje.

También, los especialistas tienen que garantizar que la zona de depósito es accesible, especialmente para los vehículos que deben retirarlos posteriormente, etc. 

Siempre que se pueda, los materiales con amianto se retiran y directamente se llevan a vertedero autorizado por la empresa autorizada, evitando el almacenaje temporal en obra.

Recogida  y carga del amianto por empresa especializada

La empresa autorizada (RERA) en esta tarea realizará la carga en el vehículo de transporte autorizado para ello.  

Traslado del residuo

En cuanto al transporte, debe hacerse conforme al Acuerdo Europeo sobre transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera (ADR). Este documento clasifica el amianto dentro de dos grupos: 

  • II (materias medianamente peligrosas – Asbesto Anfíbol NºONU 2212 –; 
  • III (materias que presentan un grado menor de peligrosidad – Asbesto Crisotilo N.º ONU 2590 –).  

En ambos casos, el transporte debe realizarse con la mayor celeridad posible. De hecho, las autoridades desaconsejan superar el plazo de 24 horas desde la carga y descarga de los mismos. 

También hay que tomar una serie de precauciones en esta fase. Por ejemplo, durante el traslado, los bultos con amianto no deben apilarse encima o cargarse cerca de bultos que contengan mercancía alimentaria, lógicamente. 

Etiquetados y señalizaciones obligatorias

Asimismo, tanto el material peligroso como el propio transporte deben estar debidamente etiquetados y señalizados, respectivamente. Y está prohibido cargar y descargar en emplazamientos públicos en el interior de núcleos urbanos sin permiso especial. 

Tratamiento final: el vertedero 

En la última fase, el residuo se traslada a un vertedero con depósito subterráneo o en la superficie. Aquí la manipulación de los residuos con amianto envasados debe realizarse de manera que no se produzcan roturas ni fugas, para lo que la zona del depósito se cubrirá diariamente con material que no contenga elementos punzantes o que provoquen daños en el embalaje. 

Clausurada la zona del vertedero donde se almacena el residuo (cuyas condiciones de instalación vienen reguladas por ley), se tomarán medidas para limitar los usos de dicho suelo tras el cierre para evitar daños en la salud y en el medioambiente. 

Por último, volvemos a recordar que todas estas tareas deben llevarse a cabo con las autorizaciones y comunicaciones requeridas, incluyendo las inscripciones pertinentes en el Registro de producción y gestión de residuos por las Comunidades Autónomas. 

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