20 Feb Amianto: ¿cuándo agota su vida útil?
Como empresa de retirada de amianto recordamos que la labor más crítica de nuestro trabajo consiste precisamente en quitar la uralita cuando se encuentra en estado de descomposición. Esto significa que en el momento se agota vida útil del amianto que contiene, hay que retirar los residuos. Y es que cuando este compuesto llega a su “fecha de caducidad”, se corre el riesgo de que las fibras de amianto se dispersen en el ambiente, con el consecuente riesgo de inhalación y peligros para la salud que conlleva.
En este sentido, desde Torres y Ocaña trabajamos de forma exhaustiva dentro del marco establecido en normas como la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, en cuyo artículo 6 se concretan medidas mínimas que deben adoptarse para la adecuada protección de los trabajadores; o el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.
En definitiva, hablamos de una actividad sujeta a una estricta regulación, motivo por el que solo los especialistas acreditados podemos ejecutarla. Pero vamos a ver con más detalle cuándo llega el momento de retirar el amianto. ¡Presta atención!
¿Ha llegado la hora de retirar la uralita?
El mencionado Real Decreto 396/2006 estable también no solo las condiciones en que debe manejarse y retirarse la uralita, sino cuándo hacerlo. Según este decreto, se permite el uso de la uralita hasta el fin de su vida útil, lo que plantea una pregunta crucial: ¿cuánto tiempo puede usarse seguramente el amianto antes de convertirse en un riesgo para la salud? Veámoslo con más detalle.
2028: fecha límite
Fruto de la preocupación por la salud pública a nivel internacional, comunitario y nacional, se han aprobado leyes más recientes sobre la retirada de amianto en nuestro país. Y una de las más recientes es la 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Este texto legal, en su disposición adicional decimocuarta, establece que “en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, los ayuntamientos elaborarán un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto incluyendo un calendario que planifique su retirada (…)”. Y finaliza detallando que la retirada “priorizará las instalaciones y emplazamientos atendiendo a su grado de peligrosidad y exposición a la población más vulnerable. En todo caso las instalaciones o emplazamientos de carácter público con mayor riesgo deberán estar gestionadas antes de 2028”. Por tanto, toda la uralita debe ser retirada y eliminada para ese año.
Sin embargo, los especialistas sabemos que esta tarea se puede ver obstaculizada por la falta de un censo exhaustivo de amianto en el país. Y es que, actualmente, no existe un registro completo de dónde se encuentra el amianto y en qué estado se encuentra, lo que dificulta la planificación y ejecución de su eliminación.
Retirada integral de amianto en los próximos años: ¿es posible?
Si bien muchos expertos ya estimaban, con los datos de los que se disponía, que para el año 2020 el 65% del amianto instalado habrá agotado su vida útil, hoy se sabe que dicha cifra aumentará drásticamente para el año 2030, alcanzando el 87%. Para el año 2040, se espera que el 100% del amianto haya agotado su vida útil. Estas proyecciones son sin duda alarmantes y plantean desafíos significativos en términos de seguridad y salud pública.
Entonces, ¿cuál es la vida útil del amianto exactamente?
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSHT), la vida útil del amianto es de aproximadamente 30 años desde su fabricación. Durante este período, el material comienza a descomponerse y a liberar fibras de amianto. Se estima que el material se degrada completamente pasados los 50 años.
Es importante destacar que la vida útil del amianto no necesariamente se agota exactamente a los 30 años desde su fabricación. Factores como el uso, la exposición a agentes externos y el mantenimiento pueden acelerar su descomposición, lo que significa que el material puede volverse peligroso incluso antes de alcanzar los 30 años.
¿Qué hacer si el amianto ha agotado su vida útil?
La normativa establece que no se puede reparar ni cubrir la uralita cuando llegue al final de su vida útil. En su lugar, se debe proceder con el desamiantado y sustitución del material por opciones más seguras, como el PVC o el panel sándwich.
Por último, recordamos que, en Grupo Torres y Ocaña, entendemos la importancia de abordar adecuadamente la eliminación del amianto. Por ello, contamos con profesionales capacitados y autorizados para llevar a cabo el desamiantado de manera segura y eficiente.
De modo que, si necesitas ayuda con la eliminación de amianto en tu propiedad, no dudes en ponerse en contacto con nuestro equipo. Garantizamos un entorno seguro y libre de riesgos para la salud en la retirada de amianto en Jaén y otras localidades andaluzas.
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